miércoles, 10 de septiembre de 2014

Ojo al piojo

Llega el comienzo del curso, tenemos preparados los uniformes, libros, horarios, actividades.......pero, hay algunos imprevistos que surgen y, aun no siendo nuevos, nos alteran un poco; me refiero a los primeros contagios, ya sean resfriados, gastroenteritis, y como no, los temidos PIOJOS.




Buscamos remedio para todo, pero lo que realmente nos descoloca son esos bichitos que con solo nombrarlos notamos un intenso picor por toda nuestra cabeza y no podemos dejar de rascar.
Recuerdo la primera vez que mis hijos vinieron con piojos a casa, hubo una pequeña crisis seguida de un momento de histeria general......pero os aseguro que con un poco de paciencia y unos consejos acabaréis con ellos.


Lo más importante es conocer que son los piojos, su ciclo de vida, como actúan y así podremos eliminarlos.


Los piojos son insectos que parasitan a los humanos (no infestan a animales domésticos), habitan en la cabeza, cuerpo y pubis, son de morfología diferente pero actúan de la misma manera y cada uno tiene su hábitat, es decir, el de la cabeza solo vive en la cabeza; se alimentan de sangre humana y necesitan nuestro calor y humedad para vivir.

Su aspecto es de color grisáceo y alargado, no saltan ni vuelan, se contagian por contacto cabeza- cabeza.
Su ciclo de vida es de unos 35 días, los primeros 15 crecen desarrollándose de ninfas a adultos y cuando son adultos se diferencian en machos y hembras; las hembras ponen huevos, una vez fecundadas, de 4 a 8 al día, y así durante algo más de 15 días.


El piojo se alimenta unas 6 veces diarias y al comer secreta una sustancia irritante que es la que nos produce picor.

Los huevos o liendres los depositan sobre el pelo y los adhieren con una sustancia pegajosa difícil de disolver, a la semana el huevo eclosiona y nace la ninfa y después de tres fases pasa a adulto.
Los piojos se pueden eliminar fácilmente porque hay tratamientos eficaces pero no lo son tanto con las liendres; es muy importante eliminar las formas adultas con algún champú o loción especifico.
Para las liendres nos armaremos de paciencia porque es necesario pasar la liendrera (peine muy fino capaz de desprender las liendres del pelo) mechón por mechón durante a menos una semana.
A los siete días hay que volver a utilizar el champú o la loción, por si alguna liendre ha pasado a adulto.



Todos aquellos objetos que nuestros niños llevan en la cabeza: pinzas, diademas, gorros..., los metemos en una bolsa durante al menos tres días.

Por último, a los niños hay que transmitirles tranquilidad y que no es nada raro lo que les ocurre.

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